Pues yo no veo nada mal que a nuestros queridísimos Canis Lupus se les de un Master en prácticas alimenticias, y de paso se les enseñe a comer alfalfa y esparceta, que por mi tierra hay bastante. Eso si, con un curso integrado de alta cocina francesa, para que ellos mismos se preparen un voloven de alfalfa con salsa roquefor que se chupen los dedos.
¡Esta claro, también en Francia hay más tontos que botellines! O a lo mejor me equivoco y son listos subvencionados.