Pues aqui llega la última de la temporada. En esta ocasión es doble, pues se refiere a dos fines de semana. Una de cal y otra de arena. La de arena fué el fin de semana del 11 de febrero. Montería familiar en Cáceres, zona de Guadalupe. Cena en familia cerca de la mancha y al día siguiente, un día espectacular. Mi puesto estaba al lado de un río, por lo que no oía nada, pero el paisaje era para quedarse extasiado. No vi ni un rabo, con sensación de puesto autista. Mi armada fue tremendamente silenciosa, creo que se tiró y falló un cochino, pero en cambio al otro lado de la mancha se cobraron 25 guarros y una par de venados. Día de campo para mi y comida en buena compañía.
Hoy fin de fiesta. Ultima montería guarrera de la temporada. Y lo más gracioso es que la he terminado donde y como la empecé.
Montería en zona de Salamanca, hacia la frontera de Portugal. Por la noche cena y tertulia en el Parador de Salamanca. Habitación con vistas a la Catedral. Impresionante.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]A la mañana siguiente, tempranito nos dirigimos a la finca, que se encuentra a media hora larga de Salamanca. Allí desayuno contundente de huevos con chorizo salmantino, y empezamos la jornada. Se trata de la misma finca en la que empecé la temporada el 1 de octubre, en la que mi hijo se pudo hacer esta foto:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]En esta ocasión vamos a dar dos ganchos en dos manchas distintas. Como dicen los que lo organizan, cazamos a la rumana. Un gancho mañanero, cobramos y marcamos, tomamos un taco, y segundo gancho. Todo exige una disciplina férrea. Como somos solamente 20 escopetas y cazamos una finca que no es cercón, pero que tiene malla cinégética en el 50% de su perímetro y malla ganadera en el resto, hay que hacer las cosas bien y deprisa
Voy con mi hijo al puesto. En el primer gancho, tal y como es tradicional en esta pareja de baile, empiezo yo con la responsabilidad del rifle.
Tengo suerte. Nada más entrar los perros en la mancha se organiza una algarabía de tiros, ladras y carreras, y al ratito veo venir de venite dos guarros a la carrera hacia mi. El puesto no tiene riesgo ni a izquierda ni a derecha, en este ultimo caso porque he aparcado el coche, a modo de pantalla perdicera, justo en el sitio hacia donde no puedo disparar.
Me preparo y selecciono al más grande. Disparo mi blaser 300 wm y veo que el guarro se encoge y deriva a la carrera hacia mi izquierda, mientras que el segundo se dirige en diagonal hacia mi derecha. Repito sobre el primero y lo revuelco en el suelo. Acerrojo nuevamente y busco al segundo que empieza a aproximarse a la carrera hacia el límite marcado por mi coche. Vuelvo a disparar y en esta ocasión, quizás un poco por la prudencia, dejo el disparo un poco detrás y lo empanzo, cogiéndolo rápidamente los perros. Un doblete con tres tiros. Lance para recordar.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]En la siguiente foto el lugar hacia donde se dirigió cada guarro.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]El gancho duró una hora y media aproximadamente y volvimos a la casa. En total 12 guarros en el primero del día. Esto va muy bien.
Taco y nuevo sorteo mientras comentamos con entusiasmo nuestras peripecias.
Y rápidamente al segundo gancho. Este será un poco más largo. Se estima que unas dos horas o dos horas y media.
Nos ha tocado un puesto, el 1 de la Peña, que tiene un nombre de los que entusiasma. Allá que vamos, y en este caso empieza el hereu con la responsabilidad del rifle, pues yo ya llevo dos marranetes en la huchaca.
El puesto es bonito. Estamos situados en lo alto de unas peñas con poca altura, unos 10 o 15 metros de desnivel. Por la época del año el monte y los árboles están muy pelados y se podrá adivinar a los guarros cuando vengan con facilidad.
Al cabo de media hora el hereu me devuelve el rifle, pues dice que está cansado. ¡¡Válgame Dios con esta juventud!!
Y lo que tenía que pasar pasó. Un nuevo guarro en escena que rompe por detrás de nuestra peña y que a la carrera logro meter en el visor y lo pongo patas arriba. Hoy estamos finos.
Definitivamente le paso el rifle al jovencito, y al rato rompe otro guarro por el mismo sitio al que le pega en todo el codillo y lo revuelca por el suelo. Sonrisa de oreja a oreja, tanto de padre como de hijo.
Sigue él con el rifle, pues yo ya tenía tres en mi haber y el solo uno. Y nuevo lance bonito. Entra un guarro grande con otro mediano con la misma carrera que los anteriores. Dispara al grande y lo revuelca y dispara también al segundo. Yo juraría que le pegó también, pues los perros se hicieron con él un poco más adelante, según nos informó el perrero. Pero el caso es que mientras estaba disparando al segundo, el grande se le levantó. Fuí a gritarle que lo rematara, pero en esto llegó la rehala que venía detrás pisándole los talones y en un plis plas se acabó el guarro. Para cuando llegó el perrero a rematarlo el guarro ya había muerto.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Resultado final de los dos ganchos: 44 guarros, de los cuales había tres navajeros muy bonitos. De los 44 guarros tuvimos la fortuna de hacernos con 5 y un sexto pinchado que después cobraron los perros. Es la misma finca en la que el 1 de octubre tuvimos también la fortuna de hacernos con 5 cochinos. Sin que ninguno de los guarros sea especialmente grande, son medianos, lo cierto es que la mancha es muy bonita y muy querenciosa para los guarros.
No se puede pedir más a la temporada de mayor. Ha sido un ultimo día realmente excelente, en el que además de mi doblete, que es lance para recordar, recordaré a mi hijo disparando con mucho tino sobre tres guarros a la carrera. ¡¡Sombrerazo de mi parte!!