Horas antes de entrar en quirofano...

- Primo, ¿sabes lo que es el lubrican?
- Me suena, pero no se que es.
- Es esa hora en la que se confunde al lobo con el perro, es ese momento mágico en el que se para todo, el día se va durmiendo y va lentamente despertando la noche.
- Pues hoy el día se va a dormir con la luz encendida Primo,  mira que luna hay.
- Si, dicen los lunáticos que es la mas grande y brillante en 70 años.
- Hoy no se mueven los cochinos ...
- Bueno, bueno mas de uno sueña con las gordas bellotas de la dehesa del maño...


Me gustan las esperas de otoño, la noche llega pronto, el frío justo, no molesta el mosquito.

La sombra de una vieja chaparra nos cobija, frente a nosotros un peine de siembra recién arada, salpicada con una veintena de viejas encinas bien cargadas de dulces bellotas, el aire nos trae el olor a tierra húmeda recién trabajada, es embriagador, lo imagino repleto de gordas lombrices irresistibles para los cochinos, se ve mucho, muchísimo.
La noche va pasando tranquila, me entretengo con el laborioso trajín que se trae un ratoncillo enterrando bellotas casi a mis pies... allí esta primo, ¡¡¡ que grande es ¡¡¡, al otro lado de la siembra parado un cochino de buen porte otea la dehesa, lentamente se camufla a la sombra de la primera chaparra, lo perdemos, aunque la luna es grande, también lo es la distancia que nos separa, pasado un buen rato  sale de nuevo a la claridad de la luna en busca de otra encina, un poquito mas cerca, los nervios se van acelerando, siempre me pasa lo mismo, no tengo frío pero tirito, de nuevo el cochino tapado, no lo vemos ni lo escuchamos,  calculo que estará a poco mas de cien metros, ni pestañeamos, el silencio es total, un gruñido nos alerta mas abajo,  una piara con tres guarras grandes y varios pequeños ha entrado sin darnos cuenta, se los ve tranquilos y confiados hozando la fresca tierra, navajas sale de la encina, mira hacia sus congéneres, bufa y espanta la piara , me estremezco mientras le vemos acercarse lentamente  a la ultima encina antes de la nuestra, ahora si le escuchamos tronchar las verdes bellotas, mi primo encara el arma y yo no pierdo detalle con los prismáticos, los cuartos traseros a la luz de la luna y la cabeza en la sombra, se cruza, - lo tiro ya primo?, - en cuanto lo tengas le susurro ....¡¡¡¡Pimmmmb¡¡¡¡

-¡¡¡ Lo he matado¡¡¡ , ¡¡¡ lo he matado ¡¡¡...
- Jose Antonio, Jose Antonio...
- Si, donde estoy?
- Tranquilo, ha salido todo bien, la operación ha sido un éxito, en unos días estará en casa como nuevo, por cierto que ha matado usted ?...



P.D.

Dedicado a mi primo que fue ayer operado después de una bonita noche de espera y tuvo el despertar de la anestesia antes narrado.