Medio Ambiente quiere preservar la pureza de la perdiz roja españolaLos campos españoles se repueblan cada año con miles de perdices criadas en granjas cuya finalidad es servir de trofeo para los aficionados a la caza. Pero estas aves, soltadas por los propios dueños de los cotos y fincas cinegéticas para aumentar la densidad de esta especie cuando los cazadores acuden, no siempre son lo que parecen.Muchas veces se trata de perdices propias de otros países -alóctonas- cuyo material genético difiere del de la perdiz roja autóctona en España ('Alectoris rufa'). Sin embargo, esto no impide que puedan aparearse con los individuos autóctonos -propios de la Península Ibérica- y en ocasiones se han detectado individuos híbridos de otras especies de perdices, según el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
Este tipo de hibridaciones que lejos están de ser naturales pueden causar importantes alteraciones en las características de la perdiz roja ibérica. Para tratar de evitarlo el Ministerio ha creado el Grupo de Trabajo sobre la Perdiz Roja. Su objetivo es analizar la situación de la especie en la geografía española y diseñar un protocolo para detectar las introgresiones genéticas de otras especies en individuos de perdiz roja.
Evitar la contaminación genéticaEl objetivo inmediato es evitar una contaminación genética que podría acabar con la singularidad de la especie española. Según la cartera de Medio Ambiente, resulta de gran importancia evitar que las perdices que son liberadas al medio natural con fines de aprovechamiento cinegético intensivo presenten hibridación con especies alóctonas, como, por ejemplo, la perdiz chukar ('Alectoris chukar').
Distintos grupos de investigación ya han desarrollado en los últimos años métodos para detectar e identificar la presencia de material genético correspondiente a varias especies de perdices. De esta manera, es posible llevar a cabo el muestreo de los individuos de las granjas de cría de perdices, previos a la suelta en el campo, y así descartar la liberación de ejemplares híbridos.
El protocolo pretende consensuar una aplicación común de los métodos de detección de introgresiones genéticas en perdiz roja a todo el territorio español, que hayan sido validados científicamente y que cumplan requisitos mínimos de detectabilidad y eficacia.
La perdiz roja es una de las aves españolas más emblemáticas. Además de ser uno de los trofeos más apreciados por los aficionados a la caza menor, lo que sustenta una economía importante en determinadas áreas rurales, es una de las especies-presa clave para el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas mediterráneos. Además, es una indicadora fiable del estado de conservación de nuestros campos, debido a que es muy sensible a las alteraciones del medio natural y a la aplicación de prácticas intensivas en los aprovechamientos agrícolas.
Fuente y/o medio:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] EL MUNDOAutor: Miguel G. Corral
Fecha: 6 de noviembre de 2011